Evangelización y Catequesis

La misión de la Iglesia es anunciar y extender el Reino de Dios. Como dice el Vaticano II, la Iglesia existe para el Reino de Dios, esa es su razón de ser. La Iglesia no es para sí misma, sino para el Reino, es decir, para llevar a cabo el plan de Dios sobre la humanidad. La Iglesia es instrumento del Reino, pero ha de ser también lugar de realización del mismo y, por con siguiente, signo y anticipo del Reino. No puede servir al Reino si no se deja invadir y transformar por la gracia, la fuerza, los valores, la dinámica y las exigencias del Reino.

La Iglesia realiza su misión mediante unas dimensiones o formas de presencia de la Iglesia en el mundo, a saber:

  • Anuncio:       Significa la acción de atestiguar, de testimoniar;
  • Comunión:   Significa la acción de compartir, comunión, comunidad;
  • Diaconía:      Significa servicio, especialmente a los pobres (9);
  • Liturgia:        Que es el culto y la alabanza a Dios en las celebraciones, especialmente del Misterio Pascual.

El servicio de la palabra es la proclamación, el anuncio de la Buena Nueva del Reino; es atestiguar o testimoniar la vida, muerte y resurrección de Cristo, que inicia y garantiza la realización del Reino; es la palabra, iluminada de esperanza, que revela el sentido de la vida; es la palabra desinteresada, libre y llena de fuerza profética, que denuncia todo lo que contradice el reinado de Dios y no calla ante las amenazas.